Los criadores hacen maravillas, creando variedades asombrosas que pueden crecer donde parecería imposible. Por ejemplo, los residentes de verano modernos pueden cultivar sandías en Siberia. Además, ni siquiera necesitan un invernadero.
Pero todavía hay que observar algunas características del crecimiento, porque en las regiones del norte esta enorme baya todavía resulta incómoda: poco sol, clima frío y un período de crecimiento corto.
Este artículo proporciona 3 técnicas que te ayudarán a cultivar sandías dulces y jugosas.
Técnica uno: aterrizaje correcto
El mayor problema en los países del norte son las bajas temperaturas del suelo. Aunque la temperatura del aire en mayo y principios de junio es bastante alta, el suelo está frío. Este problema se puede eliminar mediante un ajuste adecuado. La hierba verde será un excelente "calentador". Si cava un hoyo de plantación 10 cm más profundo, coloque de 5 a 7 cm de pasto verde o malezas del jardín en el fondo, espolvoree una capa de tierra de 3 a 5 cm encima, luego este cojín verde calentará el suelo en el área. de las raíces. Además, cuando se quema, la hierba verde libera nitrógeno, que es necesario para que la sandía crezca en masa verde. Al plantar de esta manera, se debe eliminar o reducir la fertilización con nitrógeno después de la plantación.
Además, no debes plantar sandías en suelos pesados. Si tiene tierra negra densa o arcilla en su sitio, tendrá que cavar un hoyo de unos 50x50 cm, verter en él una mezcla de abono y arena y plantar una plántula. Las sandías no toleran suelos pesados con poco acceso de oxígeno a las raíces.
Recepción dos: potasio
El rendimiento y el dulzor de los frutos dependen directamente de si la planta tiene suficiente potasio. La fertilización con potasio debe realizarse con regularidad, a partir de la segunda semana después de plantar las plántulas en campo abierto. Es recomendable abonar cada 10-15 días. Cualquier fertilizante mineral es adecuado para este fin, pero la sandía, como todos los melones, responde mucho mejor a la materia orgánica. Un excelente fertilizante natural sería la ceniza de madera, cuyo vaso se debe remojar durante la noche en un balde de agua. Por la mañana, escurre el agua amarillenta sedimentada y alimenta la sandía. 1 litro de infusión es suficiente para una planta si se fertiliza con regularidad.
Técnica tres: organizar el riego correctamente
Las sandías deben regarse 2 veces por semana, vertiendo 2-3 cubos de agua debajo de la planta. Es especialmente importante asegurar un riego abundante y regular durante el período de fructificación, de lo contrario quedarán pequeños y sin sabor.
Pero hay una sutileza. Cuando las sandías dejan de crecer (aumentan de tamaño), se debe suspender el riego por completo. Cuando el feto ha crecido, ya ha recogido suficiente agua. Ahora toca acumular materia seca. La riqueza del sabor y el dulzor dependen de su cantidad. Si riegas la planta durante este período, la sandía quedará acuosa y sin sabor.