Nunca hay demasiado eneldo, ya sea fresco en verano o seco o congelado en invierno. El eneldo se puede añadir a cualquier plato, a excepción de los postres.
Combinan bien con carnes, pescados, verduras, ensaladas y más. Todo lo que queda es que crezcan muchas ramas exuberantes y suculentas, y no paraguas secos.
Los paraguas de eneldo también son útiles. Las amas de casa los meten en frascos cuando encurten pepinos y otras delicias.
Sin embargo, todavía se da preferencia a la exuberante vegetación. Y para cultivar muchas verduras jugosas, es necesario conocer un secreto, sin el cual nada funcionará, incluso en el caso de un cultivo tan sencillo como el eneldo.
No se puede engañar a la naturaleza, pero se puede utilizar algo de astucia.
En primer lugar, es necesario sembrar eneldo no en hileras, como muchos están acostumbrados, sino en montones.
Para hacer esto, las semillas se colocan en agujeros poco profundos y se rocían ligeramente con tierra, después de lo cual se humedece la tierra.
En segundo lugar, cuando el eneldo comienza a crecer con toda su fuerza, debe prestar atención periódicamente a las plántulas y cortar los tallos de las plantas al menos 1/3 de la longitud total.
Al cortar la parte superior, los jardineros estimularán a la planta para que produzca nuevos brotes laterales.
Siguiendo este sencillo consejo, podrá abastecerse fácilmente de una cosecha de eneldo jugoso y aromático para todo el invierno.
No olvides dejar un par de sombrillas por si necesitas semillas para el próximo año.