El último mes de primavera llegará pronto. Esto significa un período durante el cual muchos jardineros comenzarán a trasplantar plántulas de tomate a campo abierto.
Si comienza a observar cómo los jardineros experimentados llevan a cabo este procedimiento, notará una acción inusual.
Entonces, algunos residentes de verano experimentados pusieron espadín en el hoyo. O algún otro pez pequeño. Por ejemplo, capelán o arenque.
¿Para qué es esto? La respuesta es simple: para que la planta reciba varios microelementos importantes a la vez.
Los beneficios del pez en el hoyo
Si, al plantar tomates, un jardinero coloca peces pequeños en el fondo del hoyo, con el tiempo, varios componentes útiles ingresarán al suelo a la vez.
En primer lugar, es el fósforo, sin el cual es poco probable que un cultivo de jardín florezca y dé frutos.
En segundo lugar, aparecerá potasio en el suelo. Este componente asegura la maduración normal de la fruta.
En tercer lugar, el componente nitrógeno entrará en la cobertura del suelo, sin el cual no se puede contar con una abundante cosecha de tomates.
Matices del procedimiento.
No se puede simplemente arrojar un pez al fondo del hoyo y luego comenzar a plantar plántulas.
Primero debes asegurarte de que el agujero sea lo suficientemente profundo. El indicador debe tener al menos 0,6 metros.
Si el espadín está más alto, los gatos probablemente prestarán atención a su olor. Como resultado, pueden surgir problemas graves con el estado del cultivo del jardín.
Además, cualquier pez que se encuentre en el fondo del hoyo debe ser rociado con tierra. Si no se hace esto, la planta resultará perjudicada.