¿Qué residente de verano, que trabaja incansablemente en sus propios acres, no sueña con obtener una cosecha abundante y, lo más importante, respetuosa con el medio ambiente?
Para ello, los jardineros recurren a varios métodos.
Si hablamos de patatas, en este caso los cultivadores suelen fertilizar los lechos con esta verdura con ceniza.
Sin embargo, esta decisión no fue bien recibida por todos los cultivadores de plantas: algunos agricultores creen que los residuos de la quema de madera causan más daño que beneficio a las patatas.
La ceniza puede alcalinizar el suelo, lo que interfiere con la absorción de potasio, y esto no puede dejar de afectar la calidad y cantidad del cultivo.
En lugar de correr riesgos, utilice un remedio probado: el estiércol podrido.
Este fertilizante orgánico se aplica al suelo en otoño o principios de primavera, antes de cavar los lechos.
Si realmente desea agregar algo al plantar papas directamente, bajando los tubérculos al suelo, agrégueles potasio y fósforo.