Puedes dedicar mucho tiempo y esfuerzo al cuidado de tus arbustos de fresa y aun así terminar con una mala cosecha.
A menudo los frutos son demasiado pequeños. Además, las bayas se vuelven ácidas.
Este fracaso puede explicarse por el hecho de que el residente de verano eligió un lugar que no es del todo adecuado para la planta.
También es posible que el problema se deba a la “vejez” de los fresales.
Entonces, veamos las razones más comunes del pequeño tamaño de los frutos formados.
La planta es demasiado vieja.
El propietario de una parcela de campo no debe olvidarlo: los arbustos de fresa deben reemplazarse cada pocos años.
Si no se hace esto, con el tiempo la planta se volverá cada vez más vulnerable a enfermedades e insectos peligrosos.
Como resultado, el riesgo de que se formen bayas demasiado pequeñas será muy alto.
Plantar a la sombra
¿Qué pasa si la planta es relativamente joven?
Entonces, lo más probable es que el residente de verano cometiera un error al elegir un lugar para plantar fresas.
Quizás la planta estuviera a la sombra. O en una zona con suelo duro.
Para evitar problemas, los arbustos de fresa deben ubicarse en un lugar bien iluminado por el sol. El suelo debe ser fácil de trabajar.
"Predecesores" inapropiados
Es necesario recordar no solo el nivel de iluminación del sitio y el estado de la cobertura del suelo, sino también la rotación de cultivos.
Bajo ninguna circunstancia se deben plantar arbustos de fresa en la zona donde crecieron tomates, pepinos o patatas el verano pasado.
Pero si las fresas se convierten en las "sucesoras" de las zanahorias, el ajo o el perejil, entonces podemos contar con seguridad con una cosecha abundante. Los frutos quedarán grandes, jugosos y sabrosos.