Uno de los tubérculos más sencillos puede sorprender desagradablemente a los residentes de verano con su amargor.
Hay varias razones por las que los rábanos saben mal. Basta trabajar en los errores para que ya no te encuentres con este problema.
¿Por qué los rábanos son amargos?
Una de las razones más comunes está relacionada con el riego. La falta de humedad provoca la liberación de aceite de mostaza en los tubérculos, lo que les da un sabor desagradable.
Algunos jardineros sueñan con cosechar no solo rábanos jugosos, sino también grandes. Para ello, retrasan la cosecha. Este es uno de los principales errores. Si el cultivo de raíces está demasiado maduro, inevitablemente se acumularán en él sustancias que imparten amargor.
La presencia de nutrientes en el suelo juega un papel importante. Si no se han aplicado fertilizantes y todavía crecen muchas malas hierbas cerca, los rábanos pueden tener un sabor amargo.
Sutilezas del cultivo de rábanos.
El cultivo de raíces se riega 2 veces por semana. Si llueve con regularidad, no se requiere humedad adicional del suelo.
Además, los rábanos necesitan tierra suelta. Al sembrar se debe mantener la distancia. Plantar demasiado densamente no producirá cultivos de raíces grandes. Pero serán amargos.
Las variedades tempranas se plantan según un patrón de 3x10 cm (es decir, basta con dejar una distancia de 10 cm entre las hileras). Las variedades de rábano de maduración tardía se siembran con mayor libertad: 5x15 cm u 8x20 cm.