Para que las grosellas produzcan una gran cosecha, es necesario alimentarlas adecuadamente a principios de abril.
Fertilizar grosellas ayuda a mejorar el crecimiento y desarrollo de los arbustos, aumentar la resistencia a enfermedades y plagas, así como a aumentar la cantidad y calidad de las bayas.
Existen muchos tipos de fertilizantes para grosellas, pero los más habituales y eficaces son los orgánicos y los minerales.
Los fertilizantes orgánicos son estiércol, compost, humus, cenizas, etc.
Enriquecen el suelo con nutrientes, mejoran su estructura y retención de humedad.
Los suplementos minerales incluyen superfosfato, nitrato de amonio, sal de potasio, etc. Afectan rápidamente a las plantas, estimulando su crecimiento y fructificación.
Para alimentar grosellas a principios de abril, se recomienda utilizar el siguiente esquema:
- Excave la tierra alrededor de los arbustos a una profundidad de 10 a 15 cm.
- Espolvorea el suelo con ceniza a razón de 100-150 g por arbusto.
- Aplicar fertilizante orgánico a razón de 3-5 kg por arbusto. Puedes utilizar estiércol, compost o humus.
- Riega los arbustos con agua tibia a razón de 10 litros por arbusto.
- Aplique fertilizante mineral a razón de 30-40 g por arbusto. Puedes utilizar superfosfato o nitrato de amonio.
Después de la alimentación, es necesario volver a regar bien los arbustos y cubrir el suelo con turba o aserrín.
Esto ayudará a retener la humedad y evitará el crecimiento de malezas.
Alimentar a las grosellas a principios de abril es una etapa importante en el cuidado de este cultivo de bayas.
Si lo haces correctamente conseguirás arbustos sanos y fértiles que te deleitarán con su cosecha en verano.