La lavanda es precisamente la planta que puede decorar cualquier rincón con su floración y aroma.
Sin embargo, cualquiera que sueñe con llenar su jardín con fragantes flores de lavanda debe familiarizarse con una serie de reglas que se deben seguir al cultivar esta flor.
1. A la planta se le debe asignar un área abierta y soleada; no podrá disfrutar de una floración exuberante a la sombra.
2. También es importante la acidez del suelo, cuyo pH debe estar entre 6,5 y 7,5.
Si el suelo de su zona no es apto para cultivar lavanda, plante la flor en un recipiente.
3. Además, conviene cuidar el aflojamiento regular del suelo. Por cierto, la lavanda crece mejor en arenisca, mientras que los suelos pesados no son de su agrado.
4. A la hora de trasplantar plantas, conviene actuar con el mayor cuidado posible para no destruir el trozo de tierra.
La caprichosa lavanda reacciona dolorosamente a tal procedimiento, así que prepárese para el hecho de que después del trasplante los arbustos necesitarán mucho tiempo para adaptarse.