Las fresas no solo necesitan ser regadas y alimentadas, sino también encontrar un buen lugar para ellas.
Existen varios criterios para determinar sitios malos para una planta determinada.
Área sombreada
A la sombra las bayas serán pequeñas. Además, los frutos son menos dulces y no tan fragantes como les gustaría a los veraneantes.
tierras bajas
Las fresas decepcionarán por su agua. Ni siquiera una montaña de azúcar puede salvar las frutas insípidas. Además, en las tierras bajas, las fresas se enferman con más frecuencia.
Malos predecesores
Las fresas no producirán una cosecha abundante si crecen en un jardín donde antes había patatas o tomates. Estas plantas tienen un problema común: el tizón tardío.
Los calabacines y los pepinos tampoco son los mejores predecesores porque absorben demasiado nitrógeno del suelo.
Además, no se recomienda colocar fresas al lado de las frambuesas, de lo contrario el gorgojo vivirá felizmente tanto en las frambuesas como en las fresas.
suelo arcilloso
La peor opción para las fresas. Requiere suelo suelto abonado con materia orgánica. El suelo arenoso tampoco es adecuado porque retiene mal la humedad y no hay suficientes nutrientes para las fresas.