Si desea adquirir una planta de interior, pero tiene miedo de olvidarse de regarla, eche un vistazo más de cerca a esta selección.
En él, la experta de la publicación BelNovosti, la científica agrónoma y paisajista Anastasia Kovrizhnykh enumera las flores en macetas que se sienten muy bien incluso con riego poco frecuente.
1. Las suculentas son famosas por su capacidad para acumular líquido en sí mismas, como un camello en su joroba. Basta con humedecer el suelo en el que crecen una vez a la semana.
2. Los árboles de Ficus también son famosos por su sencillez y, por cierto, existen más de 1000 especies. Sólo se deben regar cuando la tierra esté completamente seca.
3. La pachira, o árbol botella, acumula líquido en un tronco que parece una botella, de ahí su nombre. Por cierto, se cree que esta planta trae riqueza y buena suerte.
4. Casi el poseedor del récord de capacidad para vivir en condiciones de sequía es el Zamioculcas, o árbol del dólar. Los cultivadores de flores experimentados afirman que puede crecer incluso si se vierte arena en la maceta.
5. Tolera bien la sequía y el árbol del dinero. En invierno, la planta grasa se debe regar una vez al mes y en verano aproximadamente cada 10 días.
6. Es imposible no mencionar una flor con un nombre tan tierno como la felicidad de las mujeres. Si desea que el spathiphyllum florezca, retírelo de una corriente de aire, colóquelo en un lugar cálido iluminado por los rayos indirectos del sol, proporcione drenaje y riéguelo cada dos semanas.
7. A quienes también quieran refrescar el aire de la habitación les gustará el clorofito. En invierno se debe “regar” una vez a la semana y en verano, cada tres días.
8. La nolina y la bocarnea son muy resistentes a la sequía. Su tronco, que recuerda a una cebolla, se expande hacia abajo con abundante riego y se estrecha si hay menos agua.
9. Scindapsus, aunque no necesita humedecimiento frecuente, no es apto para todos debido a que es venenoso.
10. Al igual que el scindapsus, la sansevieria se debe regar cuando el suelo se seque. La "lengua de suegra" es amada por su sencillez y su capacidad de crecer tanto en el frío como en las corrientes de aire, así como en el calor y el sol.