Una cosecha abundante de pepinos suaves, jugosos y crujientes, que no se vean afectados por ninguna enfermedad, es quizás el sueño de todo residente de verano.
Sin embargo, el proceso de cultivo de verduras no siempre transcurre tan bien como nos gustaría.
Por ejemplo, uno de los problemas comunes con los que los jardineros tienen que lidiar con bastante frecuencia son los pepinos "puntiagudos".
Esta forma puede indicar que el cultivo no recibe suficiente potasio.
Puede confirmar sus conjeturas mirando las hojas: si comienzan a ponerse amarillas y a secarse, probablemente se deba a la falta de este elemento.
Afortunadamente, solucionar el problema es bastante sencillo. Todo lo que necesitas hacer es aplicar fertilizante potásico a los lechos de pepinos.
Para ello, disuelva 3 cucharadas de nitrato de potasio en un balde de 10 litros lleno de agua.
Una vez que la composición esté bien mezclada, se puede utilizar para regar los pepinos. Es mejor hacer esto en suelo húmedo.