En primavera, la temperatura del aire aumenta gradualmente, la nieve se derrite y el jardín despierta lentamente.
Sin embargo, junto con las plantas, cobran vida microorganismos patógenos y plagas.
¿Por qué es necesario el tratamiento de erradicación?
Con el tiempo, muchas áreas de un jardín se convierten en caldo de cultivo para patógenos y plagas. Por ejemplo, los patógenos pasan el invierno directamente sobre plantas, cercas o jardines.
Las grietas, hendiduras, cortezas, terrones de tierra y otros lugares similares son lugares excelentes para proteger del frío los huevos de plagas y las pupas.
Cuando se crean las condiciones climáticas óptimas, todo esto cobrará vida y comenzará a causar muchos problemas al jardinero. Es por eso que los veraneantes practican fumigaciones erradicativas, diseñadas para mejorar la situación en el sitio.
Cómo realizar el tratamiento de erradicación.
Por lo general, los jardineros no esperan a que la nieve se derrita por completo. El procedimiento se lleva a cabo antes del inicio de la temporada de crecimiento y la hinchazón de los cogollos. Durante este período, se rocían todas las superficies del jardín.
Para ello, se utilizan preparaciones a base de clorato de cobre en una concentración de 0,5-0,8% o una mezcla de mezcla de Burdeos al 5% con Fitoverm, que se administra a razón de 4 ml por 1 litro de solución.