No será posible eliminar por completo la pérdida de la cosecha de tomate al 100%, pero al hacer esfuerzos en la etapa de trasplante de plántulas, se puede influir significativamente en la cantidad de frutos cosechados.
Dicen que basta con echar una pastilla en el agujero y los tomates darán frutos sin parar.
Los jardineros que practican este método afirman que el efecto se puede sentir incluso si fuera necesario plantar plántulas alargadas y frágiles.
Que agregar al hoyo
Primero necesitas preparar suplementos naturales. Para hacer esto, agregue una cucharada colmada de cáscaras de huevo a 200 gramos de ceniza de madera.
Primero hay que secar las cáscaras y, idealmente, molerlas hasta convertirlas en polvo. Además, para ello sólo se utilizan cáscaras de huevos crudos, no hervidos.
La mezcla servirá como una excelente fuente de potasio y otros minerales, gracias a los cuales las plántulas echarán raíces y crecerán más rápido, lo que significa que florecerán y comenzarán a dar frutos antes.
Al mismo tiempo, el sabor de la fruta mejorará significativamente.
Para proteger la futura cosecha de una posible pudrición, es necesario agregar una tableta de gliocladina a la misma mezcla.
Es necesario triturarlo y mezclarlo con cáscara de huevo en polvo y ceniza.
El fertilizante en su forma pura no se usa, sino que se mezcla con tierra y se agrega al hoyo.
Agregue agua al aditivo y trasplante las plántulas.