Si quieres recolectar cada año deliciosas bayas de las cerezas que crecen en tu propio jardín, tendrás que cuidar adecuadamente el árbol.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación online BelNovosti, agrónoma y paisajista, compartió sus secretos de cuidado que le ayudarán a conseguir una fructificación abundante.
En primer lugar, conviene prestar atención al suelo en el que crece la cereza. El árbol prefiere suelos francos fértiles con acidez neutra.
Si determina que el suelo debajo del árbol es ácido, esto debe corregirse con cal, ceniza o harina de dolomita.
En segundo lugar, no hay que ser demasiado celoso con el riego: debe ser moderado, pero tampoco hay que permitir que la tierra se seque.
En tercer lugar, no ignore un procedimiento tan útil como el acolchado. Gracias al mantillo esparcido bajo la copa del cerezo conseguirás retener la humedad en el suelo y reducir el número de malas hierbas.
Cuarto y último, no te olvides de los fertilizantes.
Durante el período de fructificación, las cerezas necesitan potasio y fósforo. El calcio es necesario para evitar la caída de los ovarios y, para fortalecer los tallos, suministrar boro a los árboles.