La grosella es un arbusto perenne que puede crecer y dar frutos en un solo lugar durante 12 a 15 años, y las variedades rojas, de 20 a 25 años o más.
Pero a veces los jardineros notan que las grosellas crecen mal, dan una cosecha débil y, a menudo, se enferman.
Esto sucede a menudo si hay grosellas negras, rojas y blancas adyacentes a la parcela. Las diferentes especies no se toleran bien entre sí.
Si planta grosellas rojas, negras y blancas cerca, se afectarán negativamente entre sí, suprimiendo el crecimiento, la floración y la fructificación.
Los jardineros no los plantan juntos, sino que intentan "diluirlos" con vecinos más favorables. Por ejemplo, madreselva, yoshtu, cereza o fresa.
Poco después del trasplante, las plantas se sentirán mucho mejor y comenzarán a crecer activamente.
Este fenómeno tiene una base científica, que se llama alelopatía. Los diferentes tipos de grosellas tienen sus propias sustancias especiales que tienen un efecto negativo sobre el estado de las plantas relacionadas, inhiben y suprimen su desarrollo.