Muchos jardineros y horticultores no dudan en utilizar los residuos de alimentos en sus parcelas para proporcionar sustancias útiles a los cultivos que se cultivan aquí.
Las cáscaras de huevo se utilizan especialmente para "saturar" las plantas con calcio.
Sin embargo, este fertilizante tiene importantes desventajas. En primer lugar, a menudo provoca la aparición de un olor desagradable y, en segundo lugar, si la familia no respeta realmente los huevos, entonces no hay ningún lugar donde conseguir material para alimentarlos.
Para proteger los cultivos de la falta de calcio, puede utilizar otro fertilizante orgánico: la harina de huesos.
Para su elaboración se utilizan huesos molidos de ganado, por lo que en la harina de huesos no solo se puede encontrar calcio, sino también fósforo.
Esta alternativa a la cáscara de huevo tiene muchas ventajas, además de la ausencia de un “aroma” fuerte.
Por lo tanto, el fertilizante se vende, tal vez, en cualquier tienda para residentes de verano y cuesta unos pocos centavos.
Además, utilizar harina de huesos en una parcela es muy fácil: basta con añadirla al suelo en forma seca (10 g por 1 kg de tierra) o preparar una solución de 1 cucharadita de harina y 4 litros de agua.