Como regla general, para el cultivo de plántulas se utilizan cajas de madera.
Estos contenedores tienen muchas ventajas: las cajas de madera se pueden utilizar más de una vez y también pueden equiparse con un fondo extraíble para que el proceso de plantación de plántulas sea aún más rápido y preciso.
Sin embargo, esta opción también tiene una desventaja muy importante: necesitará espacio libre donde poder dejar las cajas para guardarlas.
En este sentido, los cultivadores de plantas experimentados recurren a la astucia y adaptan "materiales mejorados" para el cultivo de plántulas: bolsas de restos de leche, kéfir, etc.
Para la "escuela" son adecuadas las bolsas largas, que deben cortarse previamente a lo largo, y las plántulas recolectadas se pueden plantar en bolsas cortas o largas, cortadas a la altura deseada.
Además, otros envases usados también son adecuados para el cultivo de plántulas: tarros de yogur, requesón, recipientes para pasteles.
Y, por supuesto, ¿dónde estaríamos sin los vasos y vasos desechables?
Importante: antes de darle una segunda vida a los platos usados, conviene enjuagarlos bien y hacer agujeros en el fondo por donde saldrá el agua. No está de más encargarse de crear una capa de drenaje de arcilla fina expandida o arena.