Las cáscaras de huevo se utilizan en jardinería desde hace bastante tiempo.
Sin embargo, incluso aquí hay algunos matices. Estos residuos pueden ser útiles en el jardín. Pero en algunas situaciones también hay daño.
como usar
Las cáscaras de huevo se recogen en otoño y el proceso continúa hasta la primavera. Los residuos se trituran, por ejemplo, con un rodillo y se guardan en una bolsa aparte.
En primavera, las cáscaras se utilizan como agente aflojante y desoxidante del suelo. Pero alimentarse con él no es lo mejor, porque no se disuelve en agua. Tarda mucho en descomponerse en el suelo, lo que no es nada adecuado para plantas anuales.
El caparazón también repele las babosas. Los veraneantes lo espolvorean en el suelo alrededor del repollo. Las plagas no pueden superar este obstáculo, por lo que pasan por alto las plantaciones.
Errores
Las cáscaras de huevos de colores no son adecuadas. Los tintes no aportan ningún beneficio al suelo ni a las plantas.
Antes de guardar las conchas, hay que lavarlas bien con agua. Los residuos pueden permanecer en la bolsa durante varios meses. Durante este tiempo, aparecerán bacterias patógenas que luego acabarán en el lecho del jardín.
Pero hay una opinión alternativa sobre este asunto. Algunos jardineros creen que lavar las conchas es una pérdida de tiempo. Esto se explica por el hecho de que en la superficie de un huevo crudo hay una capa bactericida, cuyos componentes no permiten el ingreso de microbios. Las cáscaras de huevos cocidos después del tratamiento térmico también son seguras para el suelo y las plantas.