La futura cosecha de grosellas depende en gran medida de la alimentación primaveral.
Por lo tanto, los residentes de verano experimentados intentan no dejar los arbustos desatendidos cuando el clima se calienta.
Primera alimentación
Cuando la tierra se calienta hasta +5 °C, se añade nitroamofoska. El fertilizante se coloca al lado de la planta y luego se incorpora con cuidado al suelo y se riega. La fertilización se realiza antes de que florezcan las grosellas.
Segunda alimentación
Durante el período de floración, el énfasis se desplaza hacia los fertilizantes de fósforo y potasio. Se agrega una solución debajo de la raíz: 10 g de sulfato de potasio y 10 g de superfosfato por 10 litros de agua.
Los residentes de verano experimentados no solo alimentan las raíces. A finales de mayo, el follaje se rocía con una solución: 3 g de superfosfato y 3 g de sulfato de potasio por 10 litros de agua.
Tercera alimentación
Durante la formación del nudo frutal, los jardineros recomiendan agregar ceniza. Por cada arbusto de grosella negra - 150 g, rojo - 200 g. La ceniza se esparce por el suelo, se afloja y se riega.