Todo jardinero sabe que las frambuesas se dividen en regulares y remontantes.
Las variedades ordinarias se distinguen por una fructificación abundante, que, sin embargo, ocurre solo una vez por temporada, mientras que las variedades remontantes pueden proporcionar bayas a su dueño durante toda la temporada. Es cierto, en pequeñas porciones.
No importa qué tipo de frambuesa crezca en su sitio, necesita el cuidado adecuado.
En primer lugar, la elección del lugar donde planea plantar un jardín de frambuesas debe abordarse con toda responsabilidad. Sólo conseguirás una cosecha generosa si le proporcionas espacio y sol al cultivo.
Importante: el sitio debe seleccionarse de tal manera que las frambuesas estén protegidas del exceso de humedad. No está de más agregar turba al suelo; de esta manera, las camas serán bastante livianas y fértiles y, en consecuencia, la cosecha será rica.
Los fertilizantes deben aplicarse sólo 4 años después de la siembra. Hasta este punto, puedes arreglártelas con alimentación foliar.
Cualquier frambuesa necesita poda, pero el procedimiento es diferente para las variedades regulares y remontantes.
Pero ambos necesitan tratamiento contra las plagas y dos veces al año, en primavera y otoño. Lo mismo puede decirse de la prevención de enfermedades, para las cuales es adecuada una solución normal de sulfato de cobre al 3%.