El agrietamiento del tronco es un problema que afecta a muchos árboles, especialmente a los frutos de hueso.
La razón radica en el clima desfavorable en invierno y primavera. Primero hace frío, luego se descongela y luego vuelve a haber escarcha.
Lo que está sucediendo
En primavera, el árbol se despierta después de la hibernación invernal. En este momento, el cambium (tejido educativo en tallos y raíces) y la corteza se llenan activamente de agua.
Se produce un cambio de temperatura, por lo que el cambium se daña, se desprende de la madera, el tronco se estira, diverge y se agrieta.
¿Qué puedes hacer?
Puedes ayudar al árbol si el daño no es demasiado grave. Para empezar, las zonas muertas se limpian y se cubren con bálsamo o barniz de jardín. Apretar la corteza desprendida ayudará a detener una mayor expansión de la herida y creará las condiciones para la formación de un nuevo cambium.
Si el daño cubre casi todo el tronco, lo más probable es que no sea posible salvar el árbol.
Prevención
1. Blanqueo de otoño.
2. Modo agua. Es necesario asegurarse de que el árbol reciba humedad de manera uniforme. Por ejemplo, si no llovió durante mucho tiempo y luego hubo precipitaciones repentinas y se produjo un cambio de temperatura, entonces existe una alta probabilidad de que aparezca una grieta.
En primavera, si el suelo permanece seco durante mucho tiempo, se realiza un riego con recarga de agua. En otoño hacen lo mismo.