Si bien los brotes de árboles y arbustos aún no se han despertado, es necesario tener tiempo para llevar a cabo una serie de procedimientos de protección contra plagas y enfermedades del jardín.
Por lo tanto, el comienzo de la primavera para los jardineros es el momento de tratar con preparaciones que no se pueden utilizar durante la temporada de crecimiento.
Te contamos cómo aprovechar este tiempo con el máximo beneficio para la futura cosecha.
Dónde empezar a procesar
1. Los primeros en ordenar son los arbustos, que se despiertan antes que los árboles. Se lleva a cabo una inspección preliminar, se eliminan las ramas dañadas por plagas, heladas o enfermedades infecciosas, así como los brotes viejos y secos.
Luego aflojan la tierra, la tratan con medicamentos protectores y aplican fertilizantes.
2. Después de esto, puedes pasar al cuidado de los árboles.
También se realiza una inspección, luego se quita la corteza vieja, se poda, se limpia, se trata con sulfato de cobre, se tratan las secciones con barniz de jardín y luego se blanquea y se excava la tierra en la zona del tronco del árbol.
3. En el jardín en esta época, los veraneantes tendrán que luchar contra enrolladores de hojas, orugas, pulgones, ácaros y otras plagas.
Es importante llegar allí antes de que los cogollos empiecen a hincharse, porque sólo se pueden lograr resultados significativos mediante el uso de medicamentos (químicos) especializados y no de desarrollos tradicionales.
Al mismo tiempo, es necesario realizar un tratamiento preventivo contra la propagación de sarna, moniliosis, mildiú polvoriento y otras enfermedades fúngicas. Para ello se utilizan fungicidas y preparados que contienen cobre.