Los veraneantes ahorrativos no están acostumbrados a desperdiciar residuos como cáscaras de patatas, cáscaras de frutas o cáscaras de huevo.
Los jardineros ahorrativos y con visión de futuro tienen utilidad para todo; nada queda inactivo.
Las cáscaras de papa ayudan a los residentes de verano a obtener una buena cosecha sin gastar un centavo en fertilizantes.
Durante el otoño y el invierno se recoge una cantidad importante de piel del tubérculo. Los veraneantes no lo tiran a la basura, sino que lo esparcen sobre las camas.
Se excava la tierra y los desechos se descomponen gradualmente, saturando el suelo con minerales.
Algunos jardineros elogian especialmente este fertilizante para grosellas y grosellas. La cáscara se esparce debajo de los arbustos y se incrusta en el suelo. O se llenan con preparaciones que aceleran la descomposición y se cubren con una capa de mantillo.
Otra opción para utilizar cáscaras de patatas: secar, triturar, verter en frascos y guardar en un lugar oscuro en invierno. En primavera se esparcen junto con otros fertilizantes.