Si la orquídea no tiene buen aspecto, un pequeño truco de jardineros experimentados puede solucionarlo.
A veces los dueños de una flor caprichosa regresan a casa después de un largo viaje y notan que la planta se encuentra en un estado deplorable debido a la deshidratación.
No hay necesidad de apresurarse a deshacerse de la orquídea. Todavía es posible salvar la planta, pero hay que darse prisa.
Cómo salvar una orquídea
Para empezar, los jardineros sacan la flor de la maceta y retiran el sustrato restante. Si hay áreas de raíces dañadas, se eliminan.
A continuación, se devuelve la orquídea a la maceta y se cubre la planta por todos lados con musgo sphagnum. Este material se recoge del bosque o se compra en una tienda de jardinería.
Luego se echa agua tibia (50 °C) en un recipiente y se coloca allí una maceta con una orquídea. Pasados unos minutos se saca el recipiente con la planta del recipiente y se vierte el exceso de líquido.
A continuación, la maceta se envuelve en una bolsa y se deja así en el alféizar de la ventana durante 3 días. No existe un período único de recuperación. Cuantas más raíces vivas tenga la phalaenopsis, más rápido volverá a la normalidad.