Crassula, o Crassula, o, como también se le llama, árbol del dinero, es una planta de interior popular entre los jardineros.
Puedes reconocer la planta por su tronco parecido a un árbol y sus hojas gruesas y brillantes.
Pero si la apariencia de la crassula es familiar para todos, quizás, entonces la información de que el árbol del dinero puede complacer a su dueño con la floración es una sorpresa real y, por supuesto, agradable para muchos.
¿Qué hay que hacer para comprobar con tus propios ojos que el florecimiento de Crassula no es un mito, sino una realidad?
1. En primer lugar, conviene trasplantar la planta a medida que crece su copa. Tan pronto como notes que la planta grasa se ha abarrotado, envíala junto con la bola de barro a una maceta más grande, agregándole tierra fresca y sin olvidarte de la capa de drenaje.
2. Asegúrese de que el árbol del dinero tenga acceso a la luz del sol. Sin embargo, en un día soleado, es mejor retirar la maceta de una ventana orientada al sur para evitar quemaduras.
3. Pero no se exceda con el riego: basta con humedecer la tierra de la maceta 1 o 2 veces por semana en verano y una vez al mes en invierno.
4. Para que la planta grasa florezca, conviene “tratarla” periódicamente con complejos minerales, que incluyen fósforo, nitrógeno, potasio, calcio y otros elementos necesarios para la planta.
5. Por último, hay que cuidar de mantener un determinado régimen de temperatura. En verano, Crassula se puede sacar a un balcón o logia, y en otoño e invierno, la temperatura en la habitación donde vive el árbol del dinero se debe bajar a +12-15 grados.