Los tagetes o caléndulas son flores que decoran nuestros jardines y huertas hasta las heladas.
Estas plantas, según los jardineros que las cultivan, están dotadas de cualidades asombrosas.
Por lo tanto, se utilizan a menudo en la lucha contra numerosas plagas, incluidos pulgones, grillos topo, cochinillas y otros.
Además, las caléndulas son capaces de liberar compuestos antibacterianos conocidos como “tiofenos”.
Por esta razón, los tagetes no tienen lugar cerca de las legumbres: estas sustancias son destructivas para las bacterias que forman nódulos en sus raíces.
Quizás debido a la capacidad de las caléndulas para combatir los insectos, se les dio el título de flor de la muerte.
Por ejemplo, en América Latina existe una leyenda según la cual esta planta atrae las almas de los muertos.
En este sentido, la imagen de flores de color naranja brillante se encuentra a menudo en la parafernalia confeccionada para el Día de Muertos que aquí se celebra.
