En lugar de ocupar espacio en el alféizar de la ventana con plántulas de colinabo, puedes intentar plantarlas directamente en el suelo, como otros repollos.
Esto debe hacerse tan pronto como el jardín se seque: a finales de abril o principios de mayo.
Importante: la temperatura mínima del aire nocturno en el invernadero o en el exterior debe ser de +5 grados.
Para empezar, haz pequeños agujeros en el suelo y rellénalos con una mezcla de tierra compuesta de abono y humus.
Plante varias semillas de colinabo hinchadas en cada hoyo a la vez después de tratarlas con permanganato de potasio. La profundidad debe ser de unos 2-3 cm.
El riego debe ser muy moderado. Es mejor si lo reemplazas con pulverización.
Ahora solo queda cubrir los futuros brotes con botellas de plástico, cuyo fondo hay que cortar con antelación.
Como regla general, los brotes aparecen en una semana. Cuando notes que los brotes han ganado 3-4 hojas, debes deshacerte de los ejemplares débiles (puedes trasplantarlos a otro lugar), dejando solo un brote en cada hoyo.
Fertilice la soja una sola vez, utilizando una solución de 10 litros de agua, 1 cucharada de urea y 2 cucharadas de sulfato de potasio.
Las plántulas deben permanecer debajo de las botellas hasta que aparezcan al menos 6 hojas en las plántulas, lo que ocurre alrededor de mediados de mayo.