No necesitará realizar ningún paso adicional (solo hay dos) y las grosellas darán frutos durante todo el verano para la envidia de sus vecinos.
La grosella espinosa es una planta amante de la luz; le encanta que se le creen las condiciones necesarias.
Las grosellas, si no las cuidas, crecen rápidamente. La planta necesitará alimentación y riego oportunos. Sólo en este caso crecerán bayas dulces, jugosas y grandes.
Cuidado de grosella espinosa
En primer lugar, los arbustos de grosella se aclaran de manera oportuna: se elimina todo lo innecesario y no permiten que se espesen. Esto debe hacerse para que las bayas reciban la mayor cantidad de luz solar posible.
Brotes entrelazados, ramas viejas y rotas, delgadas, enfermas: todo lo innecesario se elimina de manera oportuna y se poda.
En segundo lugar, las grosellas necesitan fertilización: al menos cuatro veces por temporada.
Al comienzo de la temporada, cuando las hojas apenas están floreciendo, mezcle una cucharadita de urea y 1 cucharada de nitrofoska en 5 litros de agua y agregue un balde debajo de cada arbusto.
Durante el período de floración, se necesita la siguiente alimentación: mezcle 1 cucharadita de sulfato de potasio en 5 litros de agua y vierta dos cubos debajo de cada arbusto.
La solución funcionará de manera más efectiva si primero esparce el área leñosa alrededor de los arbustos.
Durante el período de fructificación: se mezclan 5 litros de agua y 1 cucharadita de nitrofoska, 1 cucharada de humato de potasio y se añaden 2 cubos debajo de cada arbusto.
Al final de la temporada, septiembre-octubre, se aplican superfosfato y sulfato de potasio debajo de los arbustos, teniendo en cuenta las dosis recomendadas por el fabricante.