La popularidad del aloe se debe a sus propiedades medicinales inherentes.
Si no desea que la flor pierda sus cualidades beneficiosas y también su apariencia decorativa, debe cuidarla con una cantidad suficiente de nutrientes, recuerda la experta de la publicación Belnovosti Network, la agrónoma y paisajista Anastasia Kovrizhnykh .
Los siguientes signos indican que la planta necesita nutrición:
- el tronco de la planta se ha vuelto más delgado y muy alargado;
- las puntas de las hojas se han vuelto amarillas y secas;
- las hojas ya no son tan brillantes y elásticas;
- las placas de las hojas que se encuentran debajo se caen;
- los brotes jóvenes se rompen.
Por tanto, si notas que el aloe ha dejado de crecer, ten cuidado de saturarlo con nitrógeno.
La falta de azufre se manifiesta en forma de mechones moribundos y la aparición de manchas rojas en las hojas.
Si las hojas se vuelven flácidas, el agave probablemente necesite flúor, ya que la falta de este elemento afecta negativamente el proceso de fotosíntesis y altera los procesos respiratorios.
Si el sistema radicular ha dejado de desarrollarse, entonces es hora de agregar calcio y fósforo. Estos mismos elementos se requieren cuando el tronco comienza a secarse.
Finalmente, tendrás que abastecerte de potasio si los bordes de las hojas se vuelven amarillos y sus puntas se secan.