Las grosellas te deleitarán con una gran cosecha de bayas grandes y saludables si les prestas un poco más de atención.
No te olvides de podar, regar, fertilizar, controlar plagas, malezas y enfermedades.
Las grosellas necesitan cuidados desde principios de la primavera, cuando los cogollos comienzan a hincharse.
El arbusto se despierta del sueño invernal y no siempre tiene la fuerza suficiente para empezar a crecer. Las grosellas tienen que aumentar su masa verde, producir nuevos brotes y formar ovarios. La alimentación durante este período es más importante que nunca.
Cuidado de grosella
Para que la fertilización sea más eficaz, es necesario:
- cubrir el suelo con mantillo;
- aplique fertilizante al suelo húmedo;
- eliminar las malas hierbas;
- comience a alimentar con grosellas en el segundo o tercer año después de plantar las plántulas.
Cómo alimentar grosellas
La planta te deleitará con bayas grandes y para ello necesitas los fertilizantes adecuados.
Se recomienda alimentar a las grosellas con fertilizantes nitrogenados 2 veces al año: en primavera y verano.
En primavera, una vez realizados los trabajos necesarios, se utiliza nitrato de amonio o fertilizante granular nitrogenado. Alimente el arbusto de la siguiente manera: por 5 litros de agua 1 cucharada. l. nitrato de amonio o 1 cucharadita de urea.
En verano, puedes aplicar abonos orgánicos como el compost.
Estos fertilizantes ayudarán a mejorar el entorno nutricional de la planta, lo que, a su vez, ayudará a que maduren las bayas grandes.