La madreselva estará sembrada de bayas grandes si no te olvidas de alimentar el arbusto en la primavera.
Hay tres tomas obligatorias, que se realizan alternativamente. Gracias a ellos, las bayas se vuelven más grandes, más dulces y aromáticas, y el arbusto se desarrolla bien.
Cuando alimentar a la madreselva
Los jardineros distinguen tres etapas en las que es necesario fertilizar la madreselva: durante la brotación, antes de la floración y durante la formación de las bayas. Cada alimentación tiene sus propios objetivos.
1. La primera alimentación ayuda a que la planta se recupere más rápido después del invierno y aumente la masa verde.
2. El segundo es necesario para mejorar la calidad de la floración y el cuajado.
3. La tercera alimentación es necesaria para que la madreselva produzca bayas grandes y jugosas.
Si te saltas las dos primeras tomas, no podrás hacer trampa. Los aditivos funcionan muy bien cuando se combinan, pero aditivos por separado no darán un resultado tan bueno.
Primera alimentación
Disuelva 1 cucharada en 10 litros de agua. l. urea. Esto es difícil de hacer en líquido frío, por lo que es mejor usar líquido tibio. Puede preparar 10 litros de agua tibia a la vez o usar una pequeña cantidad para disolver y luego llevar al volumen deseado vertiendo líquido frío.
La urea se puede sustituir sin perder la calidad del resultado. Para esto son adecuados los excrementos de pollo o el gordolobo. Sin embargo, conviene recordar que la materia orgánica para madreselva se aplica una vez cada 2-3 años.
Segunda alimentación
En 10 litros revuelva 2 cucharadas. l. cualquier fertilizante complejo para arbustos de bayas con microelementos.
Tercera alimentación
La siguiente composición consta de nitrofoska y sulfato de potasio: 2 cucharadas. l. y 1 cucharada. l. por 10 litros de agua. Una historia similar a la de la urea. Los componentes no se disuelven bien en agua fría, por lo que se necesita agua tibia.