No tienes que gastar dinero extra en medicamentos especiales si conoces este sencillo suplemento, que se prepara de forma fácil, rápida y a partir de ingredientes naturales.
Este producto contiene glucosa y calcio, que son necesarios para el crecimiento y desarrollo normal de las plantas.
El fertilizante se prepara con miel y cáscaras de huevo.
Cómo preparar fertilizante
Para empezar, diluye una cucharadita de miel en 500 ml de agua tibia. Luego se utilizan cáscaras de huevo; bastará con coger los restos de tres huevos. En primer lugar, dicho componente debe molerse hasta obtener un estado de polvo.
Una vez que el producto esté bien mezclado, debe dejarlo en infusión durante al menos 5 horas, pero en una situación ideal, uno o dos días, para que haya más elementos útiles en el fertilizante.
Cuando se infunde el fertilizante, será necesario filtrarlo y diluirlo con otros 2 litros de agua limpia. El resultado son 2,5 litros de abono natural.
Puede regar las plántulas con este producto solo en suelo prehumedecido. Es recomendable repetir el procedimiento una vez al mes.