Los veraneantes confían en que las plantas se benefician de cualquier fertilizante, por lo que aplican casi todo.
Algunos jardineros no controlan la dosis, creyendo que cuanto más, mejor. El resultado final no es el resultado que esperaban ver.
Las decocciones e infusiones de malas hierbas son populares en el campo. Las materias primas están disponibles durante toda la temporada y preparar el aderezo es muy sencillo.
Es por eso que casi uno de cada tres jardineros prepara fertilizante verde líquido. La infusión tiene beneficios, pero no para todas las plantas.
Por ejemplo, es mejor no alimentar con cebollas y ajos con este fertilizante. Contiene nitrógeno, que estimula el desarrollo de la masa foliar. La parte subterránea recibe menos nutrientes.
El mismo efecto se producirá al alimentar legumbres con fertilizante verde. Habrá muchas hojas y vainas, pero menos granos.