Todo jardinero sueña con cultivar remolachas grandes, uniformes, moderadamente firmes, jugosas y dulces, que se convertirán en una base excelente para ensaladas o primeros platos.
Desde hace muchos años, existe un debate entre los veraneantes sobre la alimentación de las remolachas con sal. Hay tanto partidarios como detractores de este método.
Los primeros dicen que las remolachas se volverán más dulces y darán un alto rendimiento. Otros están seguros de que es una pérdida de tiempo. Otros coinciden en que la cosecha será excelente, pero el suelo se deteriorará y los cultivos posteriores crecerán mal.
sal y remolacha
Se cree que la remolacha responde muy bien y necesita sodio y molibdeno adicionales.
Por tanto, no sería superfluo alimentar las plantaciones con sal de mesa o sulfato de sodio (sal de Glauber). Como alternativa, puedes utilizar un fertilizante complejo con microelementos.
Los expertos confirmaron que los rendimientos aumentarán y, muy probablemente, aumentará el contenido de azúcar. Una pizca de sal no estropeará la tierra ni se salará.
No se trata sólo de la sal
En cuanto al dulzor, este indicador está influenciado por la afiliación varietal. Entonces, cuanto más profundo esté el cultivo de raíces en el suelo, lo cual es una característica varietal, más azúcares habrá. La menor cantidad de ellos se encuentran en las primeras variedades planas.
La variedad bordelesa contiene una cantidad media de azúcares, mientras que la variedad Erfurt es rica en ellos. Y no importa cuánto se sala el Burdeos en el suelo, no será más dulce que Erfurt.