Si el suelo para los rábanos no se preparó en el otoño, un simple esquema de alimentación de primavera será de ayuda.
Los rábanos se siembran temprano, antes de que se seque el suelo, por lo que se excluye la fertilización con excavación.
Primera alimentación
Lo primero que necesitan los rábanos y muchas otras plantas es nitrógeno. Los excrementos de pollo contienen una gran cantidad. Las materias primas se vierten con agua en una proporción de 1:3 y se dejan durante 3 días. Una señal segura de que el fertilizante está listo es la ausencia de burbujas en la superficie.
El fertilizante es concentrado, por lo que hay que diluirlo con agua en una proporción de 1:10.
Segunda alimentación
Otra valiosa infusión se prepara a base de levadura seca (10 g) y azúcar (100 g). Los ingredientes se vierten con agua tibia (10 l) y se dejan durante 3 horas. A continuación, el iniciador se diluye con agua en una proporción de 1:5.
Tercera alimentación
Para la siguiente solución necesitarás ceniza, pero no ceniza de madera, sino de hierba quemada, hojas de árboles frutales y copas de patatas. La elección se explica por el hecho de que dicha ceniza contiene más potasio.
Por 10 litros de agua se utilizan 300-350 g de materia prima. El fertilizante se infunde durante un día y luego las plantas se riegan desde la raíz.