Todo residente de verano sabe que algunos fertilizantes contienen aminoácidos. ¿Pero son realmente buenos?
La respuesta a esta pregunta es sí.
Por ejemplo, uno de los aminoácidos más populares es el triptófano, que se utiliza para procesar y germinar semillas.
El producto mejora la resistencia de las plantas, las fortalece y las prepara para situaciones estresantes, por ejemplo, sequía o heladas.
Pero las ventajas no terminan ahí. También reduce el riesgo de enfermedades y aumenta diez veces la fertilidad del polen.
Pero no es necesario utilizar un fertilizante demasiado concentrado, de lo contrario las raíces simplemente no podrán absorberlo y el desarrollo de las plántulas puede fallar.
También puede utilizar productos con glicina, que también es un aminoácido que tiene un efecto positivo en la condición de las plantas.
Como señalan los jardineros experimentados, entre la gran cantidad de aminoácidos, se debe dar preferencia a aquellos que están disponibles, tienen buenas críticas y son más adecuados para el cultivo que se está cultivando.