A la hora de cultivar perejil hay que tener en cuenta su peculiaridad, que es que la planta tiene una raíz central muy frágil.
Debido a esto, las plántulas se dañan fácilmente cuando se trasplantan al lecho del jardín.
En este sentido, el cultivo de verduras aromáticas debe comenzar plantando semillas; los vasos de plástico desechables llenos de tierra son perfectos.
Para acelerar la germinación de las semillas, conviene remojarlas en agua.
Para ello, cubra el fondo de un recipiente de plástico con una gasa y humedézcalo con agua tibia, luego coloque los granos encima y déjelo por 3-4 días, recordando cambiar periódicamente el agua.
Una vez finalizado el remojo, las semillas se deben secar.
Ahora necesitas hacer una pequeña depresión de aproximadamente 1 cm de tamaño en el suelo y poner una pizca de semillas en cada hoyo.
Solo queda cubrir las semillas con tierra y agua (una pequeña cantidad), tapar los vasos con film transparente y colocarlos en un lugar cálido (en una habitación con una temperatura de +21 grados).
En promedio, pasan de 2 a 4 semanas antes de que aparezcan los primeros brotes, así que no olvides humedecer las plantaciones todo este tiempo, y a principios de mayo podrás comenzar a trasplantarlas en campo abierto.