Para que la cosecha sea rica, es necesario producir plántulas fuertes.
Las tiernas plántulas pueden morir si no se las cuida adecuadamente.
Peculiaridades
Las hojas y tallos sensibles pueden destruirse por cualquier error o manipulación descuidada.
Uno de los principales requisitos para cultivar una planta sana es el riego. La peculiaridad es que para las plántulas jóvenes que aún no han madurado, tanto el riego abundante como el insuficiente son igualmente destructivos.
El riego seleccionado correctamente proporcionará al suelo un grado adecuado de humedad y producirá plántulas fuertes. Las plántulas son exigentes no solo en términos de cantidad, sino también en términos de calidad del agua.
Los expertos también recomiendan tener en cuenta las necesidades individuales de las plántulas de diversas especies de plantas.
Reglas para el riego racional.
Para determinar la cantidad óptima de agua y proporcionar a las plántulas las condiciones ideales para el crecimiento, se deben tener en cuenta varias reglas.
A las plántulas no les gusta la humedad excesiva del suelo; esto amenaza con la pudrición de las raíces. Además, el anegamiento provoca la acidificación del suelo, lo que provoca la muerte de las plántulas.
Cuando las semillas apenas comienzan a eclosionar y aparecen hojas verdes sobre la superficie, se recomienda no regar la tierra, sino rociarla con un atomizador.
Si la planta es particularmente sensible, entonces es necesario humedecerla con una jeringa pequeña para que el agua no entre en contacto con las delicadas hojas. A medida que la tierra se seque, humedézcala moderadamente, pero los tallos y las hojas deben permanecer secos.
No se puede utilizar agua para riego. Necesitará agua blanda y limpia a temperatura ambiente, que haya reposado durante 3-4 días.
Está estrictamente prohibido regar las plántulas jóvenes con agua del grifo, ya que contiene impurezas nocivas. El agua fría puede hacer que los tallos de las plantas se pongan negros y el agua excesivamente caliente hará que la tierra se vaporice.
Tan pronto como se hayan recogido las plántulas crecidas, se recomienda regar las plantas desde la raíz con una jeringa o una cuchara.
La frecuencia de riego depende de la temperatura ambiente. Si no excede +25, la caja con las plántulas no se expone a la luz solar directa, se recomienda regar 2-3 veces por semana. Si las baterías secan el aire, se puede regar con mayor frecuencia.
Se considera que el mejor momento para regar es la mañana, cuando la planta acaba de despertar. Es en este momento cuando ocurren todos los procesos importantes y las plántulas absorben mejor la humedad vital.
Periódicamente, es necesario aflojar la tierra con herramientas de jardín o con un tenedor normal. Esta simple acción ayuda a enriquecer el suelo con oxígeno.
Si sigue algunas reglas simples, puede estar seguro de que las plántulas agradecidas lo recompensarán con una rica cosecha en el futuro.