Cualquier planta, como usted sabe, necesita nutrientes que les lleguen junto con la fertilización.
Al mismo tiempo, se puede llegar a la opinión de que las plántulas no deben fertilizarse; deben tener suficiente nutrición contenida en el suelo.
De hecho, esto no es del todo cierto: no será posible enriquecer la mezcla del suelo para que haya suficientes elementos útiles para toda la temporada de crecimiento, por lo que la aplicación de fertilizantes es inevitable.
En este sentido, los jardineros experimentados prefieren no preocuparse por el valor nutricional del suelo que planean utilizar para futuras plántulas.
En cambio, los jardineros agregan fertilizantes minerales u organominerales diluidos en cada riego.
La forma más sencilla es acudir a una tienda especializada que venda de todo para el huerto y la huerta, y comprar allí fertilizante líquido ya preparado.
Tenga en cuenta: el medicamento no debe diluirse de acuerdo con las instrucciones del paquete.
En su lugar, hágalo un 50 % menos concentrado para que pueda utilizar el producto de forma segura en plantas jóvenes.