Las medidas de control de plagas deben comenzar a tomarse a finales del invierno o principios de la primavera.
Primero debes retirar las ramas caídas, las hojas restantes y los escombros del área. Aún así, los insectos pueden esconderse allí durante el invierno.
A continuación, cuando los días se vuelven más cálidos, conviene realizar podas para deshacerse de las ramas viejas, secas y enfermas.
Es necesario inspeccionar la corteza y eliminar los nidos de plagas. Si hablamos de la polilla, entonces pone sus huevos de color verde claro en el árbol.
Los árboles deben tratarse con sulfato de cobre y nitrofeno.
Durante el período en que comienzan a formarse los cogollos se debe realizar un tratamiento con caldo bordelés.
Será eficaz una solución de 40 gramos de karbafos, 2 cucharadas de jabón de alquitrán y 10 litros de agua. Esta mezcla conviene utilizarla para tratar el jardín después de la floración.
Los residentes de verano recomiendan prestar atención a las preparaciones biológicas que ayudan a hacer frente a las plagas. En este caso, Fitoferm será adecuado. Si el árbol está gravemente afectado, se puede utilizar lipidicida.