La lenta maduración de las frutas en un invernadero a menudo indica que hay poco dióxido de carbono en la habitación.
El caso es que el dióxido de carbono es un compuesto de gran importancia en la fotosíntesis.
Las plantas necesitan dióxido de carbono al igual que las personas necesitan oxígeno.
El alto contenido de dióxido de carbono favorece la floración temprana y la maduración acelerada del fruto.
Cómo aumentar el contenido de dióxido de carbono
Es muy sencillo conseguir más dióxido de carbono en el invernadero.
Para ello, basta con instalar un contenedor con estiércol de vaca en el invernadero.
En este caso, el fertilizante no debe ocupar todo el volumen del barril. Es necesario dejar espacio para el agua.
No debes dejar el gordolobo intacto. De vez en cuando será necesario remover el contenido del recipiente con un palo de madera.
El estiércol libera dióxido de carbono. Es por eso que las plantas no tendrán problemas para acceder al compuesto que es importante para ellas.
Además, habrá mucho dióxido de carbono, por lo que los cultivos florecerán antes y los frutos madurarán más rápido. Aumentarán las posibilidades de obtener una cosecha abundante.