Las dificultades con la siembra de semillas surgen no solo para los principiantes, sino también a veces incluso para los jardineros experimentados.
Para conseguir brotes abundantes y amigables, habrá que prestar atención a las sutilezas que se deben tener en cuenta durante la siembra.
El tamaño importa
La regla de oro de la siembra dice: cuanto más pequeñas sean las semillas, más pequeña debe ser la capa de tierra sobre ellas. Si las semillas de calabaza se pueden plantar a 2 cm de profundidad, entonces se siembran fresas o mejorana en la superficie del suelo y no se cubren con tierra en absoluto. Los rábanos se pueden plantar a una profundidad de 0,8 mm o 1 cm y el repollo a una profundidad de aproximadamente 4 a 5 mm.
Al sembrar semillas pequeñas (menos de 1 mm), es necesario compactar ligeramente la capa superior de tierra y solo luego esparcirlas sobre la superficie.
Si no lo compacta, las semillas se hundirán profundamente en el suelo con el riego y no brotarán.
Otro truco que se utiliza a menudo al sembrar fresas es el uso de nieve.
Compactar un poco la tierra, colocar encima una capa de nieve compactándola ligeramente y esparcir las semillas sobre la nieve. De esta forma podrás sembrar no solo fresas, sino también cualquier otra planta con semillas pequeñas. La nieve simplemente ayudará a distribuirlos uniformemente sobre la superficie.
Considere las características de la planta.
Las semillas de muchas plantas requieren estratificación. Es decir, es necesario mantenerlos en frío durante un tiempo. La forma más cómoda es sembrarlas en un recipiente y meterlas en el frigorífico o en el balcón, donde la temperatura se mantiene aproximadamente igual que en el frigorífico.
Si vives en una casa particular, puedes enterrarla en un ventisquero. La estratificación tarda de 3 a 4 semanas. A veces más. Todo depende de la planta específica.
Las semillas de cultivos perennes resistentes al frío necesitan estratificación.
Sin tratamiento con frío, es posible que no broten o que broten muy mal, ya que se altera el ritmo natural. De hecho, en el entorno natural, las plántulas aparecen en primavera, después del frío invernal.
Violar la integridad del caparazón.
Muchas semillas no germinan durante mucho tiempo porque están protegidas por una "cáscara" gruesa y fuerte de la cáscara. La humedad tarda mucho en penetrar la cáscara; el proceso puede tardar varios meses.
Por ejemplo, para acelerar la germinación de nueces o semillas de frutas, sus cáscaras se dañan con una lima o una lima de metal.
Para semillas más pequeñas y de cáscara blanda, se puede utilizar una aguja.
Si se trata de semillas de plantas herbáceas, por ejemplo, pimientos o tomates, los jardineros las sumergen en peróxido de hidrógeno durante 15 a 20 minutos. No sólo suaviza la cáscara, sino que también tiene propiedades desinfectantes.
Si no logras que algunas plantas broten, obtén más información sobre ellas. Por ejemplo, muchas semillas pierden su viabilidad muy rápidamente, por lo que es necesario sembrarlas inmediatamente después de su recolección.