Blackleg afecta con mayor frecuencia a las plántulas de tomate. Es importante saber cómo prevenir y tratar las plantas infectadas, de lo contrario, la insidiosa enfermedad puede dejarle sin cosecha.
Tallos débiles y manchas marrones: signos y causas de la pata negra
Esta enfermedad es causada por un hongo patógeno. Infecta el cuello de la plántula con podredumbre, se propaga rápidamente, provoca su muerte e infecta todo a su alrededor.
Los agentes causantes de la enfermedad viven en las capas superficiales del suelo y se alimentan de restos de plantas.
En condiciones favorables, el ejército dañino pasa inmediatamente a la ofensiva y detenerlo es extremadamente problemático.
Debe observar de cerca las plántulas con la mayor frecuencia posible para no pasar por alto los siguientes signos:
- Los tallos se vuelven más delgados y alargados.
- Su color cambia: aparecen manchas marrones húmedas que luego se vuelven negras.
- Las hojas se curvan y se secan.
- Los tomates se doblan cada vez más y luego se rompen.
La enfermedad puede afectar tanto a la parte superior de los tomates como a su sistema radicular. Hay varias razones para su aparición:
- Semillas infectadas.
- Plantación densa que atrapa la humedad.
- Demasiado riego.
- No hay ventilación.
- Cambio brusco de temperatura (5 grados o más).
Blackleg ocurre no solo bajo la influencia de hongos. A veces es causada por bacterias. ¡En esta situación, es casi imposible superar la enfermedad! El síntoma principal de la pudrición bacteriana es la presencia de moco claro en el lugar de la lesión.
Riego y fumigación: sobre métodos para combatir la enfermedad.
Superar una enfermedad insidiosa no es tan fácil. Lo principal para un resultado favorable es notar las señales de advertencia a tiempo y comenzar la lucha de inmediato.
Para el tratamiento suelo utilizar Fitosporin. Este remedio natural está elaborado a partir de bacterias beneficiosas que “se comen” el hongo. Se riega el suelo con fitosporina, se tratan las semillas y se rocían las plántulas.
Las plántulas enfermas también se riegan con una solución de sulfato de cobre y mezcla de Burdeos. En el primer caso, se disuelven 0,2 g del fármaco en 1 litro de agua, en el segundo caso, se toman 10 g del producto por 10 litros de agua.
Los fungicidas anteriores en altas concentraciones pueden provocar quemaduras en los tomates, por lo que deben utilizarse con precaución.
También se utilizan métodos tradicionales para deshacerse de la pata negra. Por ejemplo, la ceniza se combina con sulfato de cobre a razón de 200 ga 1 cucharadita. Espolvorea la mezcla sobre la tierra alrededor de los tomates.
Las cáscaras de cebolla se utilizan como fitoncidas. Destruyen los hongos y tienen un efecto beneficioso sobre el crecimiento de los tomates. Para preparar una poción medicinal, se vierten 500 g de cáscara en 2,5 litros de agua tibia y se dejan durante 24 horas. El medicamento resultante se rocía sobre las plántulas y el suelo.
Puede utilizar una solución de permanganato de potasio. Con él se riega la tierra y se riegan los tallos.
¡Es importante recordar que los métodos tradicionales en la lucha contra la pata negra bacteriana son ineficaces!
Desinfectar y calcinar: prevención de enfermedades
¡La prevención es la principal herramienta en la lucha contra la enfermedad! Y debes comenzar por preparar el suelo.
La tierra debe recolectarse en el otoño (pero no en el lugar donde crecieron las solanáceas) y mantenerse en el frío durante todo el invierno.
En primavera, antes de plantar, la tierra se coloca en el horno y se calienta a 180 grados durante media hora.
Las semillas se desinfectan en una solución saturada de permanganato de potasio durante unos 30 minutos, luego se lavan y se dejan secar.
Si la enfermedad aún persiste, el arbusto afectado se elimina con un trozo de tierra y 2-4 "vecinos". El espacio desocupado se desinfecta con permanganato de potasio.
Además, conviene evitar encharcar el suelo, recoger las plántulas, fertilizar moderadamente (la enfermedad puede ser provocada por un exceso de nitrógeno) y regar los tomates con infusión de cáscaras de cebolla de vez en cuando.
Blackleg es una enfermedad difícil de tratar. Pero si lo notas a tiempo y actúas, ¡la cosecha de tomates maduros y jugosos estará garantizada!