¡La clave para una cosecha abundante son las plántulas fuertes y resistentes! Pero para que nos agrade es necesario conocer los secretos básicos de un riego adecuado.
Los errores pueden provocar la muerte de las plántulas tiernas. ¡Es importante tener en cuenta que el riego excesivo e insuficiente es igualmente perjudicial!
También es necesario conocer las necesidades individuales de los diferentes tipos de plantas y seguir las siguientes reglas.
Regla uno
Para las plántulas, necesitará agua que se haya asentado durante 2 o 3 días a temperatura ambiente. Por el agua fría, las plántulas jóvenes pueden contraer patas negras. Si necesitas regar con urgencia, puedes utilizar un filtro. No es recomendable utilizar agua derretida y de lluvia, ya que contiene impurezas nocivas.
Regla dos
En el período previo a la emergencia no se realiza riego, ya que las semillas se encuentran en un ambiente húmedo y cubiertas con una película. Si la tierra está ligeramente seca, puedes humedecerla con un atomizador. Levante la tapa y rocíe suavemente.
Regla tres
Después de la germinación, debe intentar evitar la pudrición del sistema radicular y la aparición de moho. Por ello, conviene regar con cuidado, sin encharcar. Es mejor no recargar que llenar de más.
Regla cuatro
Será indispensable una jeringa o una cucharadita. Con su ayuda, riegue las plántulas en pequeñas porciones entre las hileras y a lo largo del perímetro. Esto permitirá que la humedad se distribuya correctamente.
Regla cinco
Después de la recolección, las plántulas se riegan desde la raíz. Si la temperatura del aire es de 22 a 24 grados y no hay luz solar directa, basta con regar los brotes tres veces por semana. Cuando la habitación hace calor y los radiadores están muy calientes, se puede aumentar el riego.
Regla seis
Asegúrese de tener en cuenta el recipiente donde se plantan las plántulas. Por ejemplo, en las copas de turba la tierra se seca rápidamente y las plántulas necesitan más agua. Es recomendable añadir vermiculita al suelo, que absorbe el exceso de humedad.
Regla siete
Las horas de la mañana son el mejor momento para regar. Durante el día se produce la fotosíntesis y las plántulas absorben activamente la humedad, saturando cada célula. Si riegas durante el día, las plántulas jóvenes no tendrán tiempo de absorber minerales y se debilitarán.
Regla ocho
El riego en seco será de gran utilidad. Aflojar suavemente la tierra ayudará a que las raíces se enriquezcan con oxígeno y la tierra no se compacte. Para hacer esto, puede usar herramientas de jardinería para plantas de interior o un palillo normal.
¡Asegúrate de que siguiendo estas sencillas reglas las plántulas te lo agradecerán con una buena cosecha!