Antes de plantar ajo en la primavera, es necesario seleccionar muestras adecuadas que produzcan brotes fuertes y amigables.
Luego es cuestión de técnica (cuidados, riego y abono) y la cosecha se puede recoger en cestas. Te contamos cómo elegir el ajo para plantar y qué hacer para que eche raíces.
Hay varios consejos sencillos para este caso.
1. Es necesario elegir ajos que no estén secos ni húmedos, es decir, enviar a procesar las cabezas que se desmoronan, de las que se cae la cáscara, así como los húmedos e inmaduros.
2. El sacrificio se realiza aproximadamente un par de semanas antes de la siembra. Sin embargo, no debes desmontar las cabezas de ajo. Pero no todos los jardineros están de acuerdo con esta afirmación.
3. Al plantar ajo almacenado en una habitación húmeda con raíces germinadas de hasta 3-4 mm de tamaño, no los presione contra el suelo, ya que las raíces pueden dañarse.
4. Otro punto importante es la calidad de la cabeza de ajo. Se cree que cuantos menos dientes tenga, peores serán las cualidades varietales en la cosecha de la próxima generación. Lo más probable es que sean cabezas pequeñas y tengan pocos dientes.
Y por último, a la hora de plantar ajos tiernos, no seas demasiado vago para germinarlos. Para ello, se colocan los dientes en un paño húmedo o arena húmeda y se guardan en el frigorífico durante 2-3 días. Después de esto, los dientes se pueden plantar en el jardín; no desaparecerán ni siquiera en suelos fríos y húmedos.