Cultivar coliflor en un jardín normal no es difícil, especialmente si tienes experiencia en el cultivo de repollo blanco.
En esencia, la tecnología agrícola no es diferente. Quienes plantan repollo blanco temprano pueden sembrar coliflor en paralelo, cultivando los dos tipos juntos en un solo lecho.
Pero todavía hay secretos que los agrónomos conocen, pero que los veraneantes a menudo ignoran.
El secreto: la termofilia
Todas las coles son plantas resistentes al frío, incluso a las heladas, por lo que crecen mejor en condiciones frescas que en condiciones cálidas. Pero al de color le encanta el calor moderado. Es mejor germinar las semillas a una temperatura de aproximadamente 22 grados, luego las plántulas aparecerán en 3 a 4 días.
Después de la germinación, se recomienda colocar las copas en un lugar más fresco. La temperatura debería rondar los 17 grados.
Segundo secreto: aterrizar a tiempo
La productividad depende del tamaño del aparato foliar. Si guardas las plántulas en tazas, las hojas se desarrollarán mal debido al espacio limitado. Por tanto, el mejor momento para trasplantar a campo abierto es entre 25 y 30 días desde el momento de la germinación.
Además, algunos residentes de verano practican la siembra de plántulas en un invernadero a principios de la primavera. En este caso, las semillas tardan más en germinar, pero las plántulas son más fuertes y endurecidas. A pesar de su amor por el calor, la coliflor no le teme al frío y crece bien en un invernadero sin calefacción.
Secreto tres: nutrición
La clave para una alta productividad es una buena nutrición. Mientras se forma el aparato foliar, la planta exige mucho nitrógeno. La primera alimentación debe realizarse 10 días después de la siembra en el suelo, la segunda después de otros 10 a 15 días.
Puedes fertilizar:
- Nitrato de amonio (40 g por 10 litros de agua).
- Urea (40 g por 10 litros de agua).
- Infusión de excrementos de pájaros (0,5 litros por 10 litros de agua).
- Fermentador elaborado a base de hierba verde (1 litro por 10 litros de agua).
Cuando la planta comienza a producir pedúnculos, los fertilizantes nitrogenados deben sustituirse por fertilizantes de potasio y fósforo. La mejor opción en este caso es la ceniza de madera. Se deben diluir 1,5 tazas de ceniza en un balde de agua y dejar durante la noche. Vierta 1 litro de infusión debajo de cada planta.
También puedes utilizar fosfato monopotásico según las instrucciones.
Importante: toda la fertilización se realiza en suelo húmedo.
Secreto cuatro: microelementos
Además de nitrógeno, fósforo y potasio, el repollo necesita minerales. Es especialmente sensible al boro, manganeso y molibdeno. Por supuesto, puedes comprarlos por separado y mezclarlos, pero es más fácil comprar un fertilizante complejo que contenga estos tres elementos.
Se puede alimentar desde la raíz y pulverizando sobre las hojas.
Secreto cinco: regar
La coliflor usa mucha agua. Para conseguir una cabeza grande, tendrás que regar el lecho del jardín con regularidad. La cantidad de agua depende del clima y las características del suelo. Pero trate de mantener la tierra moderadamente húmeda en todo momento. También debe recordar que es mejor regar generosamente el lecho del jardín 2 veces por semana para que el suelo quede mojado entre 30 y 40 cm, que regarlo en pequeñas cantidades todos los días. En este caso, la planta aún no tendrá suficiente agua, pero el aumento de humedad en el jardín provocará el desarrollo de enfermedades.