En la etapa de cultivo de plántulas, los veraneantes repiten año tras año el mismo error, por lo que la cosecha no es satisfactoria.
Sin embargo, muchos de ellos no tienen idea de cuál es realmente el problema. Algunos culpan al suelo, mientras que otros culpan al clima o a las plagas.
Desde principios de la primavera, los jardineros han estado cuidando los brotes jóvenes: regando, aflojando la tierra, alimentando. En el proceso, controlan cuántas hojas verdaderas producen las plántulas.
Durante este período surge la posibilidad de cometer un error. Los jardineros experimentados no recomiendan que las plántulas crezcan demasiado.
Según ellos, no es necesario esperar a tener entre 3 y 5 hojas verdaderas. El secreto es que las plántulas de pepino son unas de las más delicadas, por lo que cuanto más tiempo no se trasplanten a campo abierto, más echarán raíces.
Las plántulas se pueden trasladar en un momento en que el riesgo de que vuelvan las heladas sea mínimo. Este período cae a mediados o finales de mayo.
Ésta es la diferencia entre pepinos y tomates. Este último se puede trasplantar incluso durante la floración.