Los tomates, como otras plantas de la familia de las solanáceas, requieren cuidados.
Los tomates necesitan deshierbe, riego y alimentación oportuna. Sólo así se conseguirá una buena cosecha de frutos abundantes y jugosos.
El rendimiento, su volumen y calidad dependen de qué tan correctamente se seleccione el fertilizante.
Te contamos cómo y con qué alimentar a las plantas.
Alimentando tomates
Los orgánicos son sustancias de origen natural, no son tóxicos y son completamente seguros para las plantas.
Estiércol
El gordolobo será la mejor opción para preparar una solución nutritiva. Utilice 0,5 kg de gordolobo por 5 litros de agua, revuelva y al cabo de unos días la solución de riego estará lista.
Humus
El estiércol podrido se puede utilizar en forma seca como mantillo, que se utiliza para llenar el espacio alrededor de las plantas y también se utiliza para excavar al preparar el sitio para plantar cultivos.
Compost
Los residuos vegetales y orgánicos que ya se han podrido se utilizan de la misma forma que el humus.
Infusión de hierbas
La hierba picada se coloca en un balde hasta llenar 2/3 del volumen y se llena con agua. Para mayor efecto, se recomienda añadir un poco de levadura.
Cubra el recipiente con una tapa y deje reposar la solución en un lugar cálido durante 2 semanas y revuelva regularmente.
La infusión terminada se filtra y se diluye con agua en una proporción de 1:10. Ahora puedes regar.