El ajo generalmente se cultiva a partir de dientes que se forman en la cabeza. Y para que la cabeza crezca, es necesario quitar la flecha.
Pero si la flecha se deja, en la inflorescencia se forman dientes en miniatura, que se llaman semillas, bulbos o bulbos aéreos.
Estrictamente hablando, en realidad se trata de bulbos, no de semillas. Pero para un jardinero las sutilezas botánicas no son tan importantes, lo principal es el resultado.
A partir de estas "semillas" no es difícil hacer crecer un bulbo de ajo completo. Sólo necesitas un poco de paciencia.
¿Por qué cultivar ajo a partir de bulbos?
Hay dos razones para empezar a cultivar a partir de “semillas”.
En primer lugar, esta es una oportunidad para actualizar el material de siembra. Ya que con la siembra tradicional con clavo, la planta madre transmite todo el espectro de enfermedades a la nueva. Y a lo largo de los años de cultivo, se han acumulado muchos de ellos.
Las “semillas” prácticamente no transmiten las enfermedades que padece la planta. Una excepción pueden ser algunas enfermedades virales, pero esto es extremadamente raro.
En segundo lugar, este método es ideal cuando es necesario crear una nueva variedad. Los bulbos varietales son caros. Habiendo comprado varias piezas, tendrás que propagarlas durante muchos años plantándolas en dientes.
Pero en una planta crecen varias docenas de bulbos aéreos y, a veces, se recolectan hasta 200 piezas. La cantidad depende de la variedad y las condiciones de cultivo.
Experimentos de jardineros en cultivo.
Hay muchas formas de cultivar ajo a partir de bulbos aéreos, probadas por jardineros apasionados por la experimentación.
Método uno: clásico
En otoño, las "semillas" se deben plantar al mismo tiempo que el ajo normal. Cúbrelo de la misma manera. Retirar el año siguiente después de la maduración. De los bulbos crecerán bulbos grandes, que deben cultivarse de la misma manera que el ajo normal.
Método dos: siembra de verano
Con este método, es necesario guardar las “semillas” hasta el próximo verano y sembrarlas en la segunda quincena de julio. Cuídelo como lo haría con el ajo normal: deshierbe, riegue y fertilice.
Después de alojar las puntas, no es necesario desenterrar el ajo. Pasará el invierno en el mismo parterre, y la próxima primavera empezará a crecer, como ocurre con la plantación normal.
Método tres: ciclo completo
Con este método, los bulbos se deben plantar en otoño, como cuando se planta con dientes grandes. Cuídate exactamente igual.
Pero después del alojamiento en pleno verano no es necesario desenterrarlo. En otoño, el ajo volverá a echar raíces y pasará al invierno. El año que viene crecerá una cabeza completa.
Si no le gustan las sorpresas, desentierre el ajo a la hora habitual y vuelva a plantarlo en el otoño. Si quieres ahorrar tiempo y esfuerzo dejando la planta en el jardín una vez madura, prepárate para posibles sorpresas.
Por ejemplo, si el otoño es cálido y lluvioso, el ajo puede comenzar a crecer activamente, lo que reducirá su resistencia al invierno.
El bulbo de aire debe estar enterrado a no más de 2 cm. De lo contrario, no podrá ascender.