Las temperaturas cálidas durante el día no significan que sea posible quitar el material de cobertura bajo el cual pasaron el invierno los arbustos de fresa.
No le gusta el cambio brusco de temperatura en mayo, porque hace bastante calor durante el día y fresco por la noche.
Por lo tanto, es mejor cubrir las plantas por la noche y abrirlas para ventilarlas por la mañana.
Esto ayudará a que las plantas se formen correctamente y no pierdan tiempo en la recuperación.
Al inicio de la floración de la fresa, ésta comienza a ser colonizada por gorgojos, que acabarán con toda la cosecha futura.
Durante este período, los arbustos de fresa no se pueden neutralizar con productos químicos, ya que esto hará que las bayas no sean comestibles.
Por eso, conviene tratar las plantas con una infusión de mostaza o ajo en polvo o espolvorear las hileras de fresas con ceniza de madera.
En el clima seco de mayo, sería una buena idea regar las fresas varias veces con agua tibia.
Después de la floración se debe realizar el primer abono.
Disuelva 30 g de nitrofosfato y 25 g de potasio en 10 litros de agua. La tasa de uso para un arbusto adulto es de 0,5 litros de solución.
Si aparecen malas hierbas en el lecho del jardín, quítelo y afloje la tierra.
Si necesita plántulas del bigote para la reproducción, no elimine todas, deje solo las más fuertes.